martes, 13 de mayo de 2008

El tesoro arqueológico de la montaña

La montaña de Tindaya es el interior de un volcán cuyas lavas no vieron la luz hasta que la erosión desmanteló el edificio externo. El resultado fue una mole que se diferenciaba con nitidez de su entorno y que la hacía única en la geología de las Islas. La montaña posee valores paisajísticos, geológicos, zoológicos, botánicos, etnográficos y antropológicos. Y, lamentablemente, su piedra se parece mucho al mármol por lo que ha sido comercializada desde hace décadas.

Pero quizás su principal reconocimiento le venga por haberse convertido en el Axis-Mundi de una cultura ya extinguida. Su valor arqueológico más conocido es el de contar con la mayor estación de grabados podomorfos de Canarias y una de las mayores del mundo. En total se han encontrado 290 grabados que se distribuyen en casi 60 paneles. Estos grabados dibujan siluetas inequívocas : parejas de pies y más pies. La gran mayoría dirigen los dedos hacia el oeste y suroeste coincidiendo con algunos puntos geográficos y astronómicos relevantes. Existían varios poblados permanentes en la base de la montaña que han sido parcialmente demolidos por las actividades destructivas de las canteras. En 1998 se constató la existencia de 12 estructuras de piedras vinculadas a numeroso material lítico, a cerámica, a restos óseos caprinos, a conchas de moluscos y a cenizas. Paradójicamente la montaña de Tindaya es el espacio natural de Canarias más protegido legalmente:

Es Monumento Natural, Área de Sensibilidad Ecológica, Monumento Histórico- Artístico, Punto de Interés Geológico, Bien de Interés Cultural, está incluido en el Plan de Protección del hábitat de la Cornúa (especie botánica en peligro de extinción) y es Zona de Interés Botánico y Zoológico.

Por eso, el consejero de Medio Ambiente de Canarias ha manifestado que hay que “dejar en suspenso toda la normativa que pueda suponer un obstáculo jurídico”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mas protegido de canarias? mas que el teide incluso?

Anónimo dijo...

Formalmente si, otra cosa es que respecto al Teide haya una mayor conciencia de que no se toca