La piedra de Tindaya, de las más radiactivas
La montaña de Tindaya, en La Oliva (Fuerteventura), tiene uno de los índices puntuales de radiactividad natural más altos de la provincia de Las Palmas, junto a la localidad de Ajuy (Pájara) y Ayacata y Montaña Sandra (Tejeda) en Gran Canaria, equiparable a los niveles más elevados de España, excepto Galicia.
Estos datos se desprenden del Mapa de Radiactividad de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, realizado por el grupo de investigación de Interacción Radiación Materia de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) dirigido por el catedrático de Física Aplicada Pablo Martel Escobar.
El trabajo, que se enmarca dentro del Plan de Vigilancia Ambiental del Consejo de Seguridad Nuclear (Proyecto Marna), pone en evidencia que "Gran Canaria y Fuerteventura, son un continente en miniatura radiactivamente hablando, al presentar valores muy dispares en un espacio tan reducido, dado que registra tanto los datos más bajos como más altos de España", afirmó Martel Escobar.
La tasa de dosis de la Isla de Fuerteventura indica dos picos importantes correspondientes a Tindaya y Ajuy, que presentan de forma localizada unas dosis anuales de 3 mSv (milisievert), frente a una dosis relativamente baja en el resto de la isla en torno a 0,4 mSv. En Gran Canaria, Tejeda (1,13 mSv) , Artenara (0,86) y Mogán (0,89) son los municipios con mayores niveles de radiactividad, "alcanzando en zonas puntuales valores similares a la montaña de Tindaya y Ajuy (Montaña Sandra, Ayacata), datos comparables a las zonas altas de la Península Ibérica como Extremadura, aunque no llegan a los niveles de Galicia", afirmó el catedrático de la ULPGC.
Se consideran valores altos cuando están por encima de la media recomendada por la Unión Europea y que se sitúa entre 0,5 y 0,7 milisievert (mSv). Martel destacó que los niveles altos de radiactividad son preocupantes por la concentración de gas radón, un gas radiactivo considerado por la OMS como elemento cancerígeno, presente en aquellas viviendas cuyos suelos tienen alto nivel de radiactividad. En este caso, hay que ser especialmente cuidadosos con los lugares poco ventilados como casas cueva o sótanos, según indicó el catedrático de Física.
"Sería muy recomendable hacer un estudio de las cuevas de Artenara porque los lugares de alta radiación natural son candidatos a tener altas concentraciones de radón, que muchos apuntan como la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco. En esos lugares, si estás a cielo abierto no hay problema, o en habitaciones muy ventiladas, pero allí donde hay poca ventilación no es recomendable dormir o pasar mucho tiempo".
Martel también recomendó no extraer de estas zonas de alto nivel de radiactividad material para la construcción. "Por ejemplo, si se va a vaciar la Montaña de Tindaya, antes de utilizar ese material para la construcción es recomendable hacer un estudio más exhaustivo, y si los niveles siguen siendo tan elevados sería importante no utilizarlo como materia prima para material de construcción o mezclarlo".
El grupo de Interacción Radiación Materia de la ULPGC ha inicia un estudio sobre el gas radón, concretamente en casas de piedra (sótanos y lugares de poca ventilación) del barrio de Vegueta, y el objetivo es ampliarlo a otras zonas como Artenara.
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