Berriel mutila Tindaya [La Gaceta]
El malogrado escultor Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924-2002) tuvo un sueño: “Hace años tuve una intuición, que sinceramente creí utópica. Dentro de una montaña crear un espacio interior que pudiera ofrecerse a los hombres de todas las razas y colores, una gran escultura para la tolerancia”.
Y la onírica idea trató de materializarse en un rincón de Canarias. “Un día surgió la posibilidad de realizar la escultura en Tindaya, en Fuerteventura, la montaña donde la utopía podía ser realidad”, escribió el artista vasco en 1996 acerca de un terreno sagrado para los antiguos aborígenes majoreros. Sin embargo, la tramitación del proyecto por parte del Gobierno de Canarias derivó en uno de los mayores escándalos de presunta corrupción en el Archipiélago, con causas judiciales aún pendientes y sentencias contrarias al Ejecutivo ya dictadas, hasta convertir el "sueño" en pesadilla.
Y, ahora, el consejero autonómico de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, Domingo Berriel, decide recortar el Proyecto Monumental en la Montaña de Tindaya aprobado por el Consejo de Gobierno en enero de 2007. Según consta en el expediente administrativo de público acceso, Berriel Martínez emitió una orden a mediados del pasado abril para “asumir la competencia como órgano sustantivo para la aprobación del proyecto” y, al mismo tiempo, “delimitar” el ámbito de las actuaciones previstas en el término municipal de La Oliva, con el resultado de una reducción sustancial del plan original.
Aunque el departamento autonómico ya elaboró el estudio de impacto ambiental sobre el proyecto completo y sometió el informe al preceptivo periodo de exposición pública, la nueva delimitación territorial de las actuaciones obligaría a reiniciar el proceso con el consiguiente retraso en la Tramitación del expediente. Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente optó por evitar la demora mediante el inicio de un trámite de consultas, con un plazo de tres meses, a las instituciones públicas y personas físicas o jurídicas afectadas por el proyecto, procedimiento que pretende además “subsanar una deficiencia” administrativa detectada en el actual expediente.
El proyecto global de Tindaya incluye la ejecución de diversas actuaciones asociadas a la escultura ideada por Eduardo Chillida y actividades de restauración del entorno en un radio de 5 kilómetros alrededor de la montaña, retrasadas ahora por el recorte del plan completo ejecutado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial desgobierno de Canarias. Entre otras obras, el proyecto se olvida por el momento del centro de acogida para visitantes y sus vías de acceso, así como el parque arqueológico para proteger los abundantes yacimientos en la zona. Restauración de canteras abandonadas y de ruinas rurales, eliminación de escombros, adecuación de las actuales vías y la regulación del uso ganadero completan las actividades vinculadas al proyecto monumental.
El proyecto modificado amenaza con invalidar la totalidad de la exposición pública anterior, con evidente riesgo de paralización del expediente ante una eventual denuncia en los juzgados por defectos formales. Según Eduardo Chillida, “la escultura ayudaba a proteger la montaña sagrada". El gran espacio creado dentro de ella no sería visible desde fuera, pero los hombres que penetraran en su corazón verían la luz del sol, de la luna, dentro de una montaña volcada al mar, y al horizonte, inalcanzable, necesario, inexistente…”Sin embargo, aún persiste la oscuridad sobre el proyecto.
Y la onírica idea trató de materializarse en un rincón de Canarias. “Un día surgió la posibilidad de realizar la escultura en Tindaya, en Fuerteventura, la montaña donde la utopía podía ser realidad”, escribió el artista vasco en 1996 acerca de un terreno sagrado para los antiguos aborígenes majoreros. Sin embargo, la tramitación del proyecto por parte del Gobierno de Canarias derivó en uno de los mayores escándalos de presunta corrupción en el Archipiélago, con causas judiciales aún pendientes y sentencias contrarias al Ejecutivo ya dictadas, hasta convertir el "sueño" en pesadilla.
Y, ahora, el consejero autonómico de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, Domingo Berriel, decide recortar el Proyecto Monumental en la Montaña de Tindaya aprobado por el Consejo de Gobierno en enero de 2007. Según consta en el expediente administrativo de público acceso, Berriel Martínez emitió una orden a mediados del pasado abril para “asumir la competencia como órgano sustantivo para la aprobación del proyecto” y, al mismo tiempo, “delimitar” el ámbito de las actuaciones previstas en el término municipal de La Oliva, con el resultado de una reducción sustancial del plan original.
Aunque el departamento autonómico ya elaboró el estudio de impacto ambiental sobre el proyecto completo y sometió el informe al preceptivo periodo de exposición pública, la nueva delimitación territorial de las actuaciones obligaría a reiniciar el proceso con el consiguiente retraso en la Tramitación del expediente. Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente optó por evitar la demora mediante el inicio de un trámite de consultas, con un plazo de tres meses, a las instituciones públicas y personas físicas o jurídicas afectadas por el proyecto, procedimiento que pretende además “subsanar una deficiencia” administrativa detectada en el actual expediente.
El proyecto global de Tindaya incluye la ejecución de diversas actuaciones asociadas a la escultura ideada por Eduardo Chillida y actividades de restauración del entorno en un radio de 5 kilómetros alrededor de la montaña, retrasadas ahora por el recorte del plan completo ejecutado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial desgobierno de Canarias. Entre otras obras, el proyecto se olvida por el momento del centro de acogida para visitantes y sus vías de acceso, así como el parque arqueológico para proteger los abundantes yacimientos en la zona. Restauración de canteras abandonadas y de ruinas rurales, eliminación de escombros, adecuación de las actuales vías y la regulación del uso ganadero completan las actividades vinculadas al proyecto monumental.
El proyecto modificado amenaza con invalidar la totalidad de la exposición pública anterior, con evidente riesgo de paralización del expediente ante una eventual denuncia en los juzgados por defectos formales. Según Eduardo Chillida, “la escultura ayudaba a proteger la montaña sagrada". El gran espacio creado dentro de ella no sería visible desde fuera, pero los hombres que penetraran en su corazón verían la luz del sol, de la luna, dentro de una montaña volcada al mar, y al horizonte, inalcanzable, necesario, inexistente…”Sin embargo, aún persiste la oscuridad sobre el proyecto.
1 comentarios:
¿Y que pensaban?. ¿QUe iban a hacer un proyecto global, que mejorara el entorno y la economía de TIndaya?. Eso era solo el engoo , a ver si colaba. Pero el proyecto va por otro lado ( no solo por las rocas) va por sentar un icono(Tindaya, el agujero), que junto con el otro (Parque Nacional de ZOnas Aridas´-Un parque tematico del desierto-sea un atractor del turismo barato de visita. Visitaran de paso el Oasis de Lazaro.( 30 euros cada uno por un millon de visitantes 40 millones de euros al año para la lajita). Lo demas cascara de Lapa. Los turistas se hospedaran en los hoteles de lujo diseñados por el plan territorial turistico, jugaran al golf e iran a los puertos deportivos. Por tindaya pasaran a entrar en el agujero, en visita guiada. Al igual pasaran por el desierto. No, les dejaran bajarse de la guagua por si gastan los escaos duros, comprando ceramica o tomandose un helado. LO ven NADA PARA EL ENTORNO, nada para el sector primario, nada para la artesania nada de nada. TOdo para los golfos.
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